PARÍS. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y los países europeos "perdieron tiempo" en el rescate financiero de Grecia al negarse a reducir en 2010 el peso de su deuda a través de una reestructuración, admitió ayer el economista jefe del organismo de internacional, Olivier Blanchard.
En una entrevista difundida este sábado por la radio pública francesa France Inter, Blanchard dijo que "efectivamente, no ha sido lo ideal (...) perdimos probablemente tiempo", reconoció el economista francés a una pregunta sobre el mea culpa que efectuó el FMI en un documento que se conoció recientemente.
"Por supuesto, habría que haber estado dispuestos a renegociar la deuda desde un principio, a dar un poco más de aire a Grecia para que pudiera solucionarlo más fácilmente, pero en el contexto europeo de entonces no se daban las condiciones", explicó.
El jueves último, el FMI admitió "notables fallos" en el diseño del primer plan de rescate a Grecia y aseguró que subestimó los efectos negativos de las políticas de austeridad en el país.
"Hubo notables fallos. La confianza de los mercados no se logró restaurar, el sistema bancario perdió el 30% de los depósitos y la economía se enfrentó a una recesión mucho más profunda de lo previsto, con un desempleo excepcionalmente alto", reconoció el organismo financiero internacional.
Se trató de una fuerte autocrítica del organismo, respecto de las recomendaciones de políticas de austeridad que venía recomendando hasta el momento, donde reconoce por primera vez que no produjeron los resultados esperados en el crecimiento de la economía, a tres años del primer paquete de rescate de la Trokia al país heleno.
Sobreestimación
El organismo también afirmó que "la capacidad de implementar reformas estructurales" por parte de Grecia "fue sobreestimada", y consideró que "la deuda pública permaneció demasiado alta y finalmente tuvo que ser reestructurada".
Luego, Poul Thomsen, jefe de la misión del Fondo para Grecia, hizo autocrítica durante una conferencia telefónica realizada el jueves sobre los "retrasos" a la hora de gestionar la reestructuración de la deuda en 2012 y señaló que si ésta se hubiera hecho con antelación "se habría reducido la carga del ajuste y sus efectos dramáticos sobre la economía".
Sin embargo el viernes pasado, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, acusó en Helsinki al Fondo Monetario Internacional de pretender "lavarse las manos" en su reciente informe sobre la gestión de la crisis griega y culpar de los errores cometidos a la Unión Europea (UE).
"No me parece justo ni razonable que el FMI esté tratando de lavarse las manos y tirar el agua sucia sobre los hombros de Europa", afirmó Rehn durante un foro económico de dos días que se celebra en la capital finlandesa.
Sin embargo, Blanchard insistó ayer que "el efecto de una deuda muy pesada ralentiza la vuelta de Grecia a un equilibrio aceptable, advirtió.
"Cuando un país tiene un peso de deuda insoportable, hay que aceptar la realidad y disminuir este peso de deuda", concluyó el economista jefe del Fondo, según reprodujeron agencias internacionales. (Télam)